Douglas Kennedy
La mayoría de la novela transcurre en el Berlín de la época en que estaba dividida en oriental y occidental (1984). En la escenificación de la novela se vive cómo es Alemania en ese entonces: los espías que pululaban tanto de un lado como del otro; el ambiente de una país que obedecía al tremendo conflicto de vivir en una época donde los familiares podían estar separados por un muro y desconocer sus vidas; el dolor de la pérdida. Pero sobre todo, es una novela de amor que se caracteriza por las decisiones; aquellas que cambian el rumbo de nuestras vidas para bien o para mal, de una manera definitiva.
Tiene varias peripecias que inducen al lector al desconcierto. Pero son esas mismas las que le dan más vigor a la obra. Nos hace reflexionar acerca del ser humano, sus controversias, la lealtad como la traición; la política como sistema opresor de un pueblo y la libertad que no garantiza la felicidad si no se tiene la claridad suficiente para hacer de ella una opción de vida en todos los ámbitos de la vida.
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